¿A qué temperatura poner una caldera de condensación?

El secreto de una calefacción eficiente.

Con el objetivo de conseguir el máximo confort térmico en nuestros hogares, la temperatura de tu caldera de condensación es el punto clave entre el ahorro energético y el máximo rendimiento.
Las calderas de condensación ofrecen un alto rendimiento y eficiencia energética cuando se configuran correctamente. La temperatura del agua en la caldera tiene un impacto directo en su eficiencia y en el confort térmico del hogar.

Ventajas de las calderas de condensación

Las calderas de condensación destacan por su tecnología avanzada, que permite aprovechar al máximo la energía generada en la combustión. Las calderas de condensación trabajan mejor a baja temperatura (por debajo de 55 °C), pudiendo condensar los gases de combustión, recuperando calor y mejorando su eficiencia respecto a una caldera convencional.
De entre los principales beneficios que nos aportan las calderas de condensación, destacamos:

• Alta eficiencia energética; gracias a la recuperación del calor latente del vapor de agua en los gases de combustión.
• Ahorro en consumo de gas: la optimización del proceso de combustión reduce hasta un 70% el consumo de gas con esta solución.
• Disminución del impacto ambiental: contribuyen a la disminución de la huella de carbono y a un ambiente más sostenible al emitir menos CO₂ y óxidos de nitrógeno (NOₓ).
• Mayor confort térmico: La caldera de condensación permite regular con precisión la temperatura del agua de impulsión del circuito de calefacción, asegurando un calentamiento uniforme en toda la vivienda. Además, se adapta fácilmente a distintos sistemas de calefacción, como radiadores, suelo radiante o fancoils, optimizando el rendimiento y la eficiencia.
• Compatibilidad con energías renovables: Las calderas de condensación están diseñadas para su sencilla hibridación con equipos de aerotermia y/o energía solar fotovoltaica, convirtiéndose en sistemas que aprovechan una fuente de energía renovable.

¿A qué temperatura ajustar una caldera de condensación para calefacción?

Para optimizar la eficiencia de una caldera de condensación, la temperatura de impulsión del agua debe ajustarse en función del tipo de emisor de calor de nuestro sistema de climatización, por ejemplo:

• Suelo radiante: entre 35 °C y 45 °C, siendo 35 °C la temperatura óptima recomendada.
• Radiadores convencionales: requieren temperaturas más elevadas, con una temperatura óptima de 60 °C.
• Fancoils: 45 °C es su temperatura óptima de funcionamiento.

La clave para la eficiencia de la caldera radica en que los gases de combustión se enfríen suficientemente para que el vapor de agua que contienen se condense, liberando calor latente que aumenta la eficiencia del sistema.
Factores que influyen en la temperatura de una caldera de condensación
De entre los factores que inciden en la temperatura de funcionamiento de una caldera de condensación, destacamos:

• Tipo de emisor de calor: los radiadores convencionales requieren una temperatura del agua del circuito de calefacción superior a la de un suelo radiante.
• Aislamiento térmico del inmueble: un adecuado aislamiento térmico de la envolvente del inmueble posibilita utilizar temperaturas inferiores sin sacrificar el confort.
• El clima: en condiciones climatológicas frías, es necesario aumentar la temperatura para mantener una temperatura en el interior del inmueble confortable.
• Dimensionamiento del sistema: Un sistema mal dimensionado puede requerir ajustes en la temperatura para compensar deficiencias.
• Hibridación con energías complementarias: La combinación con energía solar fotovoltaica puede reducir la necesidad de temperaturas elevadas en la caldera.

¿A qué temperatura poner una caldera de condensación para la producción de agua caliente sanitaria (ACS)?

Para la producción de agua caliente sanitaria, la temperatura recomendada es de 50-55 °C, evitando temperaturas que superen los 60 °C, reduciendo así la acumulación de cal y el riesgo de quemaduras.
Algunas recomendaciones para utilizar la caldera de forma más eficiente.

• Llevar a cabo revisiones y mantenimientos regulares para garantizar su correcto funcionamiento y prevenir pérdidas de eficiencia.
• Purgar los radiadores para eliminar la acumulación de aire en el circuito de agua y mejorar la distribución del calor.
• Utilizar válvulas termostáticas en los radiadores para poder regular la temperatura en cada estancia.
• Optimizar el aislamiento del inmueble para disminuir la demanda de calefacción.

Configurar correctamente la temperatura de una caldera de condensación es esencial para optimizar su eficiencia y garantizar el confort en la vivienda. Aplicando las recomendaciones adecuadas, es posible reducir el consumo energético y mejorar la sostenibilidad del sistema de climatización y producción de ACS.

Las calderas de condensación Kosner combinan máximo confort y eficiencia energética, proporcionando un ambiente cálido y acogedor con un consumo mínimo. Compatibles con termostatos modulantes, diseñadas para optimizar el ahorro en tu factura energética, mediante elementos de regulación y que cuentan con una garantía exclusiva de 8 años y 15 años en su intercambiador asegurando durabilidad y fiabilidad incomparables en el mercado.
Además, si estás considerando una solución más sostenible y ecológica, las calderas Kosner están diseñadas para su sencilla hibridación con equipos de aerotermia, convirtiéndose en sistemas que aprovechan una fuente de energía renovable.